AMAYA RODRÍGUEZ ALDABE

No tengo una anécdota concreta, aunque mi convivencia con Olga fue de muchos muchos años, en doble tanda.

Pero sí tengo muchos agradecimientos y uno en particular. Olga siempre ha estado al pendiente del bienestar de mi familia, atenta y dispuesta a ayudar. Aunque se ha preocupado por todos nosotros, para mi ha sido muy especial las atenciones para con mis tios abuelos y mi abuela. Recuerdo muy vívidamente y con mucho cariño los montones de regalos, regalitos y detalles que mandó, sobre todo a mi tío Carri. Y con qué gusto abría los chocolatitos, las galletas... se le iluminaban los ojos con los regalos de Olga, siempre acompañados de una tarjeta, una nota. No se dejó intimidar Olga por mis frecuentes olvidos o caras de espanto (¿me buscas, qué onda, qué traes?). Al contrario, con gusto fue estableciendo una especie de tradición de darme un abrazo, preguntar por las noticias y mandar un detalle que alegraría el día a mi tío. Y aunque tengo muchas cosas por qué agradecerle a Olga, ésta pequeña tradición cómplice es la que más disfruté, conmovida y parca como suelo ser, probablemente, sin decirle nunca lo importante que era para mi.

Muy feliz cumpleaños...

Amaya