Finalmente me siento con calma a escribir pal blog. Mucha foto, mucho festejo y mucha flor, pero desde luego nada como palabras pa celebrar tus 60 años y mis maravillosos 35 y medio junto a ti, con miles de historias y recuerdos que hemos ido guardando y que seguramente no son ni la sombra de los que tristemente hemos olvidado.
No se si porque me acuerdo o porque me lo has contado, pero casi veo el dia ese en que me hice un collar de chicle y tardaste horas en quitármelo en el baño del departamento de México mientras Mariol lloraba no me acuerdo por qué.
También el dia que calentábamos canicas en la cocina, también del depa de mexico, para que se rompieran e hiciéramos no me preguntes qué...caleidoscopios?
Luego cuando te estampaste contra la puerta de cristal del departamento de San Pete después de esperar tres semanas a que llegara papá pa tomar la tradicional foto familiar en la que saliste con una nariz más parecida a la de Julio César Chávez que a la tuya.
Me acuerdo mucho el dia que nos regalaron papá y tu a Kutzi, que venia guardada en una caja de cartón.
Y el día que atropellé a la gata al sacar el coche y fui a buscarte corriendo a casa de los Batiz. Siempre resolutiva jalaste a Gabi y nos subimos al coche los tres, tu y yo atrás y Gabi manejando, en pijama y con una gata agonizando en el asiento del copiloto sin saber ni siquiera lo que pasaba ni a donde nos tenía que llevar!
Cuando nos llevaste con la Chata a ver despegar el Concord en el aeropuerto de México.
Y cuando decidí que quería peinarme de raya en medio y cada noche me embarrabas gel y con el pelo mojado me ponías una media tuya pa que que dia siguiente al quitarmela tuviera por fin el peinado perfecto.
Cuando cumpliste cuarenta. El fiestón, los bailes, tu risa y tus gritos feliz rodeada por tanta gente, con tu vestido azul y rosa de falda de María Victoria y tu mascara de cartón que trajo Magui.
Uno de los recuerdos que más tristeza me da es pensar en cómo nos quejábamos de comer sobras y de tus budines de atún con espagueti. Parece mentira que no hubiera caído nunca en la cuenta de que de verdad había días que no había nada más para comer y que hacías magia con dos pesos y cuatro cosas en el refrió para que no nos diéramos cuenta. A veces pienso que es de las cosas que no me perdonaré jamás.
Y cuando les dije a papá y a ti que era gay. No se me olvida nunca que antes de decir nada más te levantaste y viniste a abrazarme diciendo que lo único que te preocupaba era lo mal que lo hubiera podido haber pasado yo. Una vez más me di cuenta de que la entrega de una mamá no se puede comparar con nada.
Me acuerdo también cuando con tal de decir algo en medio de la conversación nos interrumpiste para decir "apoco..."El día que conociste mi ex-piso de la plaza del tripi que no te quisiste ni sentar en el sillón y le decías a Meha mi amiga que se cambiara de casa urgente antes de que llegaran sus papás y la vieran metida en esa pocilga!
Me acuerdo mucho de la bermudas que me hacías. Me comprabas telas de todo tipo (and I mean it...DE TODO TIPO!!!) y me ataviabas con Bermudas, a veces padrísimas y otras horripilantes. Creo que las peores, unas azules con ballenas y unas de coches terroríficas!
Me acuerdo de ti haciendo aerobics frente a la tele con el video de Jane Fonda. Y de oirte impresionado haciendo Chi-kung en tu cuarto cuando volví de Bélgica.
Y las cartas que me escribías estando Lampeter. Y en Bélgica, que mas d e una vez tenia que pedirle a Pina que me las leyera porque no entendía la letra y luego yo le decía lo que quería decir. Siempre puntuales, siempre lo miércoles. Cada semana. Era de lo mejor estando ahí.
Y cuando me sacabas a bailar rock&roll en todas las bodas, y cuando dijiste que te habías dado cuenta de que te hacías vieja porque no aguantabas toda la canción de caballo dorado sin tener que ir a hacer pipí.
Y del dia que nos despedimos papá tu y yo en la estación de Sitges, en plan peliculero, con nuestros mocos y nuestros abrazos en medio del festival de cine.
Tu disfraz de bruja con esa mascara de plástico, cuando juntabas huesos pal suelo de Tzintzuntzan y apestaba toda la casa...cuando Sergio llego a casa con los guaruras de los Ramírez y mi mama veía corazón salvaje, pero esa la tiene que contar Sergio!!! Cuando nos llevaste al concierto de Parchís en el Venustiano y nos llevaste corriendo por las gradas pa ver mejor, cuando nos emboletaste a todos los Sánchez a ir a la boda de tu sobrino y te intoxicaste y fuiste la única que no fue, los shows que organizabas y las pastorales cada Navidad en el rancho, tus empanadas de los picnics, cuando me contrataste a Barney pa nuestra fiesta y cuando me dijiste que yo era tu mejor medicina contra la impaciencia, tu agenda con cincuentamil cosas, que aunque me saca de quicio he de reconocer que gracias a ella has hecho feliz a mucha gente, nuestras eternas conversaciones en skype mientras yo dibujo en la compu y tu te pintas frente a la lap...
De verdad me podría quedar aqui horas. Se me van ocurriendo muchas y es que la verdad, como dicen aquí, tienes mucha tela de dónde cortar. Un día te dije que había leído una cita no me acuerdo ya de quién que decía algo de que afortunadamente en el mundo queda gente loca y creo que tu eres una de esas fortunas con las que nos tocó vivir. Felicidades por estos sesenta añotes, por tu fuerza y tu generosidad de siempre, por pensar siempre en grande, por pensar en los demás, por el gran cariño que siempre me has dado y por todo el que le has dado a David, por ser tan todoterreno (aunque no te sentaras en mi sillón del tripi...) y por impulsarme toda la vida a que vuele para ser feliz, aún sabiendo lo que te duele que lo haga lejos de ti.
Felicidades má!